Friday, January 10, 2014


 
¿Cómo vinieron los primeros esclavos negros a Nicaragua?

D. Arroliga

Cuando pensamos en gente de raza negra en Nicaragua, pensamos sólo en Bluefields y la Costa Caribe. Pensamos en los esclavos negros traídos por ingleses y a los muchos mulatos que llegaron con los corsarios europeos en la era de la piratería.

Sin embargo, el primer esclavo negro en pisar suelo nicaragüense llegó en la expedición de  Gil González en 1522. Era un muchacho africano, criado de Dávila, quien lo adquirió por 300 pesos en Panamá. Luego, en la expedición de conquista de Francisco Hernández de Córdoba en 1524 llegaron 11 negros más, los que servían de criados a los capitanes y clérigos conquistadores.

A raíz de la catástrofe demográfica indígena perpetrada por los conquistadores entre 1524 y 1586, cuando la población nativa de Nicaragua se redujo de unos 600,000 a menos de 50,000 personas, hubo una iniciativa de traer más esclavos africanos para labores del campo. Llegaron por miles a trabajar en las cacaoterías del lado de Nandaime, las fincas de añil, en labores agrícolas o ganaderas y para labores domésticas. Esta iniciativa de traer esclavos negros se vio secundada por la política de española de 1542 de no exportar ni esclavizar más a los indios y a la lucha de Bartolomé de las Casas, que defendía a los indios pero que propugnaba en su defecto utilizar esclavos negros. (ver Tomás Ayón)

Lo interesante de todo esto es la mestización de los negros con la población indígena y española. Esto se hace evidente en la cantidad de gente nicaragüense con sangre negroide como yo. El Dr. Jorge Eduardo Arellano dice al respecto: ‘El número de los primeros negros esclavos importados debió ser considerable, quizá de miles; de otra manera no se explica el alto porcentaje de sangre negroide que surgió a lo largo de la colonia, sobre todo en el siglo XVIII, cuando los casos de españoles en relaciones de carácter íntimo con sus esclavas eran numerosos. Germán Romero ha referido que la mayoría de ellos engendraban hijos. También indica la variedad de la procedencia geográfica de los esclavos. Unos eran de “nación arara”, otros de “casta angola”, “de casta conga” y “de casta mina” y “mandinga”. Igualmente, demuestra que los esclavos, más que negros puros, eran mulatos y que la proporción de hombres y mujeres era casi igual.

El “pringue de África”, pues, fue básico para intensificar las capas medias formadas por zambos, mulatos, cuarterones —los que tenían un cuarto de sangre negra— y demás mezclas; de tal manera que en 1820 constituían el 84 por ciento de la población.’

En la costa del Pacífico de Nicaragua hubo dos enclaves de negros muy famosos: el pueblo de Nandaime (el general José Dolores Estrada era de allí y de sangre negra) y el Barrio San Felipe de León.

La esclavitud fue por fin abolida por el decreto de la Asamblea Nacional Constituyente del 17 de abril de 1824, después de la independencia. Luego la constitución federal de Centroamérica, emitida el 22 de noviembre del mismo año, proclamaba en su artículo 13: “Todo hombre es libre en la República. No puede ser esclavo el que se acoja a las leyes, ni ciudadano el que trafique con esclavos”. Fue William Walker el que reinstituyó la esclavitud de nuevo cuando se proclamó presidente de Nicaragua en 1856.

No comments:

Post a Comment