Saturday, March 1, 2014



Ococona, Nueva Segovia.
D. Arroliga.

Hace unos años, unos amigos del Ocotal nos invitaron a su finca en Ococona. Llegamos al pintoresco pueblito de Dipilto y nos internamos entre los pinares hacia Ococona. Este era un pueblito donde vivían... unas 300 almas, rodeado de pinares y habitado por gente sencilla. Esa noche, bajo la luz de los candiles, pues no había luz eléctrica en la finca, un par de lugareños hablaban de sus vacas con su acento segoviano. Uno de ellos le decía al otro:

'Hombré amigo, ¿y no vió que la Esmeralda me está dando dos pichingas de leche?!!!'- El otro señor le contesta: 'Será hom...!!! Le ha salido buena la Esmeralda!'

Mi Hermana, que se llama Esmeralda y que estaba oyendo en lo escuro, creía que se estaban refiriendo a ella. Pero no. Ellos hablaban de sus vacas a quienes les ponen nombres y las tratan como si fueran gentes.

Dicen que el lugar se llama Ococona porque ahí vivía un gringo que era enamorado de la cocinera de la finca que se llamaba Coco. La Coco era grande y Hermosa, y además cocinaba bien rico los frijoles. Entonces el gringo le decía: 'Oh, Cocona!!', y así se quedó el lugar: Ococona!

Auténtico Wichó!!
 

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