Sunday, July 27, 2014
El violín de talalateD. Arroliga.
Así como la marimba de arco es el instrumento folclórico emblemático de la región del Pacífico de Nicaragua, el violín de talalate lo es del norte del país. Este instrumento indudablemente vino de Europa con los inmigrantes alemanes de finales del siglo XIX. El violín de talalate está hecho de madera de Madero Negro, especie de árbol oriundo de América que crece mucho en el valle de Sébaco. Con el violín de talalate se tocan mazurcas, polkas y jamaquellos. Se sostiene con el codo y el hombro en lugar que con el cuello. Los Soñadores de Saraguasca y Don Felipe Urrutia son famosos por las mazurcas norteñas. Don Adán Hernández Rocha de más 95 años (en la foto, no sé si ya murió) es famoso por su canción 'El grito del bolo'.https://www.youtube.com/watch?v=acAQqHU21A4.
El MadroñoD. Arroliga.
Resulta que el madroño es nuestro árbol nacional desde 1971. No sé si antes del 71 había otro árbol nacional. Crece desde México hasta Ecuador y hasta en Cuba. Es un árbol tropical de sabana y crece más en la costa del Pacífico de Nicaragua. Sin embargo, el año pasado en noviembre que viajaba en pipilacha hacia Bluefields, miraba los cerros y praderas chontaleñas y de la RAAS con grandes mantos blancos de los madroños florecidos.
La razón por la cual se escogió al madroño como árbol nacional es porque sus flores blancas adornan los altares de la Purísima. Su fina madera es pesada, fuerte, de grano fino, elástica y fácil para ser elaborada; se emplea en mangos de herramientas, postes, leña y carbón. Los casas de antes lucían soleras y cumbreras del fuerte madroño. Florece de noviembre a febrero y sus flores huelen a diciembre, evocando gofios, cajetillas, triquitracas y sones de Pascua. Los diciembres huelen a madroños en flor.
Carne Asada del Gran Hotel. Managua 1970'sD. Arroliga.
Mi papá me llevaba al cine todos los sábados y me compraba hotdogs o palomitas. Un buen día no me compró nada en el Cine Gonzalez. Después de ver You only Live Twice, película de James Bond con Sean Connery, al terminar la película, caminamos sobre la calle Momotombo hacia arriba una cuadra, y esquina opuesta al Gran Hotel, en un predio vacío que se ocupaba como parqueo durante el día, estaban unas señoras con porras y pailas llenas de gallo pinto y estufas llenas de humo que olía a carne asada. El lugar estaba lleno de comensales y gente esperando su servicio de carne asada con gallo pinto y tortilla. También lo servían con cuajadita, maduro frito, plátano asado o guineo cuadrado. Y ahí, de pie con mi papá estrené la famosa carne asada del Gran Hotel, donde moros y cristianos, ricos y pobres, guardias y civiles, jóvenes y viejos disfrutaron de un manjar de media noche que se perdió con el tumulto del terremoto de 1972.
La Calzada, Granada, en 1856D. Arroliga.
Detengámonos un momento y contemplemos este interesante grabado tomado de Frank Leslie's Illustrated Newspaper. Estamos parados en la acera de la Iglesia Guadalupe viendo hacia el lago. Podemos ver los muros de la iglesia a nuestra izquierda. Vemos un grupo de gente que se acaba de bajar de un vapor, cuya rueda de paletas y chimenea humeante se ven al fondo.
Noten la vestimenta de las inditas cruzando la calle y al chavalo desnudo jugando con un palo y el charco en el centro de la misma. Las mujeres llevan canastas con verduras y frutas. Enfrente, está la cantina de un gringo llamado Max Thomand, filibustero metido a tabernero y algunos de sus parroquianos viendo pasar a los viajeros que entran a la ciudad.
En noviembre y diciembre de ese mismo año, ese sector de la ciudad fue testigo de horribles combates entre los sitiados filibusteros y sus familias en Guadalupe y los ejércitos centroamericanos, que mantuvieron encerrados a los gringos en esa iglesia por tres semanas, mientras ardía Granada por los cuatro costados.
La historia no contada de la antigua Catedral de Granada 1856.
D. Arroliga.
El 27 de noviembre de 1856, Charles Frederick Henningsen, lugarteniente de William Walker, salió de la catedral de Granada con sus heridos y sus mujeres y niños, quienes se habían refugiado allí asediados por los ejércitos centroamericanos que estaban por entrar a Granada provenientes de Masaya. Cumpliendo con el mandato de Walker, si esto sucediera, procedió a ubicar varios barriles de pólvora debajo de la iglesia y especialmente debajo de la torre derecha del templo. Luego procedió a incendiar todas las casas alrededor de la plaza y las casas de las familias más conocidas de Granada. Con sus heridos, mujeres y soldadezca borracha que le acompañaba marchó rumbo al lago por la Calzada. Walker lo esperaba en un vapor. Entonces, encendió los regueros de pólvora que convergían dentro de la iglesia y ésta explotó por sus cuatro costados y su torre derecha de desmoronó estrepitósamente.
En ese momento entraban los ejércitos centroamericanos y el Capellán Presbítero don Rafael Villavicencio, entró solo al incendiado templo volviendo cargado de alhajas preciosas, como el copón, la custodia, un viso o rayo con magníficas piedras, y otras muchas cosas que salvó en repetidos viajes, en medio del fuego, hasta que el techo de tejas de barro cayó por entero convertido en brasas. Lo que no pudo salvar el Capellán fue el archivo de indias y archivo nacional. Se quemaron importantes e históricos documentos incluyendo algunos códices precolombinos confiscados por los conquistadores.
El muro exterior norte de sacristia de la iglesia, sobre la Calzada, sirvió de caldalzo para el fusilamiento del general legitimista Ponciano Corral ordenado por William Walker el 8 de noviembre de 1855.
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