Friday, September 18, 2015



El Fuertecito del Lago: Historia Oculta de Granada

Para 1780, los españoles construyeron dos fortalezas con emplazamientos de cañones para defender Granada de ataques piratas. Uno de ellos, la Fortaleza de San Pablo en las isletas, todavía existe. El otro, llamado el Fuertecito del Lago fue destruido durante la Guerra Nacional contra William Walker.
En el dibujo elaborado por un acompañante del diplomático y explorador nortemericano Epraim Squire en 1849 podemos observar cómo fue. Estaba localizado donde ahora está la bodega de la Empresa Nacional de Puertos al final del muelle de Granada. De su construcción sólo quedan el terraplén donde se construyó la bodega en tiempos del Dr. René Schick, y parte de sus muros exteriores de piedra de cal y canto.
Fue en las afueras de este fuerte y donde había un muelle para el desembarco de los vapores de lago, donde el coronel Charles Frederick Henningsen, lugarteniente de Walker, dejó su odioso letrero clavado a una lanza que decía ¨Here was Granada¨, el 14 de diciembre de 1856, luego de quemar la ciudad.

En esta foto podemos ver los cimientos y muro exterior del Fuertecito que sobreviven a la historia. El edificio amarillo es la Bodega del Puerto de Granada y su faro. En primer plano, el nuevo muelle de Granada.

Tuesday, September 15, 2015





Cama donde murió Félix Rubén García Sarmiento en 
Febrero de 1916
Casa Museo de Rubén Darío, León, Nicaragua.

Descripción del estado físico del poeta por su amigo periodista y escritor don Francisco Huezo (padre de Mariíta Huezo muerta el el terremoto de 1931):
“Flojas las mejillas, hundidas, hinchados los párpados, el cabello entreverado de canas, un círculo de calvicie, como una tonsura, le dan aspecto de un alto monje oriental clavado en la roca del dolor, cuando no el de un semidiós vencido, por obra milagrosa de la pena. Habla con trabajo: ‘Me siento fatal, fatal. Ya lo ves. La noche ha sido pésima. Tengo fatiga, una desesperante fatiga. Por otra parte, estas náuseas y este dolor en el estómago. Mucho tormento además, lo agrio del paladar, estos gases ácidos, me desesperan…’”.
Darío murió a los 49 años, de una aparente cirrosis hepática galopante.




El Himno Nacional de Nicaragua

Todo mundo habla o se acuerda que el poeta Salomón Ibarra Mayorga escribió la letra de nuestro himno nacional, pero nadie habla de la música.
Antes de la letra de himno, fue su música, provenente de un salmo litúrgico colonial que fue introducido en Nicaragua por un cura español en su afán por convertir a los indios de Sutiava, en León. La música del salmo escrita en Sol Mayor fue adaptada por el insigne compositor nicaraguense Luis Abraham Delgadillo a Mi Bemol Mayor para poder ser cantado por todos, ya que en Sol Mayor quedaba muy alto.
El poeta Ibarra ganó el concurso del Himno en 1919 y adaptó la letra a la música de acuerdo a las bases del mismo, pero como era liberal, el gobierno conservador del general Emiliano Chamorro no le otorgó el premio al que tenía derecho. De forma que:
Himno Nacional de Nicaragua
Letra: Salomón Ibarra Mayorga
Música: Adaptación de Luis Abraham Delgadillo

Monday, September 14, 2015



Las gruesas paredes de adobe sirvieron de fortaleza

El domingo 14 de septiembre de 1856, un grupo de mercenarios norteamericanos autollamados ´La Falange Americana´atacaron la Hacienda San Jacinto, propiedad de la familia Bolaños.
La casa hacienda ubicada en un gancho de caminos al norte de Tipitapa, había sido ocupada por tropas legitimistas comandadas por el coronel José Dolores Estrada. Su misión era obstaculizar el avituallamiento de víveres y carne procedente de Chontales para las tropas de Willam Walker.
El ataque, comandado por un abogado sin pericia militar llamado Byron Cole fue inefectivo y rechazado por la pequeña tropa del coronel Esrada, que incluía 60 indios flecheros de Matagalpa.
Los atacantes armados de revólveres, utilizados por primera vez en combate por ellos, y de modernos rifles Sharp, cargados por la recámara de la culata, atacaron por tres de los cuatro costados de la casona sin lograr tomársela. Las gruesas paredes de adobe de la casona son mudos testigos del ataque y hasta hoy guardan en su seno las balas disparadas por los filibusteros.
Una andana de fuego nutrido desde adentro de la casa y la feroz defensa de los flecheros desde los corrales, pusieron en desbandada a los gringos y los persiguieron hasta Tipitapa alcanzando a varios, incluyendo al infortunado Byron Cole, quien fue colgado de un árbol en el acto.

Arqueólogos utilizando un detector de metales buscando balas filibusteras en las paredes de adobe de la Casa Hacienda San Jacinto. 
Se encontraron 68 balas incrustadas en tres de los cuatro costados de la casona. Este escenario no es congruente con un ataque de 300 filibusteros que dice el parte de guerra del coronel Estrada. Tampoco es congruente con una batalla de 5 horas. Si esto hubiera sido así, habrían tirado más de 6000 tiros los filibusteros. La evidencia arqueológica más bien apoya la posición de Walker en su libro La Guerra en Nicaragua (1860), donde afirma que el ataque lo realizaron no más de 70 filibusteros y que sólo duró unos minutos. (Werner 2010)