Sunday, May 18, 2014
Hace 60 años en el Estadio
D. Arroliga.
El 27 de mayo de 1954, día de la Guardia Nacional (y cumpleaños de su esposa Dña. Yoya), inauguró el General Somoza García su propia estatua ecuestre traída de Italia y esculpida por el artista italiano Giorgio Pascualini, quien también realizó el pedestal y la fuente luminosa. La imagen del General Somoza fue esculpida luciendo un impecable uniforme militar. Al lado izquierdo traía más de 20 medallas. La mano izquierda del monumento estaba colocada sobre las riendas del caballo. En la derecha sostenía un pergamino que significaba el largo e interminable listado de las obras de progreso de su gobierno.
El pedestal del monumento tenía ocho metros de alto,que unido a los más de siete metros de la escultura, se elevaba a 15 metros del suelo, la altura de un edificio de tres pisos.La fuente luminosa tenía debajo un sótano donde estaba instalado el motor que movía el agua. Los chorros se elevaban hasta 20 metros de altura. Las luces que la iluminaban de noche eran especiales, porque eran acuáticas y daban siete diferentes colores simulando el arco iris. Nosotros vivíamos a tres cuadras del estadio y mi papá me llevaba por las tardes a jugar a la fuente. No disfrutó mucho de su estatua el General, a la cual la gente se refería popularmente como 'el caballo de Somoza', ya que fue ultimado a balazos en un atentado en León en septiembre de 1956. (info recopilada de www.trincheraonline.com)
¿Por qué el Barrio Campo Bruce se llama así?D. Arroliga.
El Sargento Mayor, Thomas G. Bruce, murió en combate el primero de enero de 1928 en la segunda batalla de Las Cruces en las Segovias. El sargento Bruce había participado activamente en la Batalla de Ocotal, la primera que libró el general Sandino contra la ocupación norteamericana. En su honor, sus compañeros marines bautizaron un campo de aterrizaje que se ubicaba en las afueras de Managua en lo que hoy es el barrio Campo Bruce. Después del terremoto de 1931, el presidente José María Moncada creó un asentamiento para los damnificados del terremoto en ese lugar y que fue bautizado como barrio Campo Bruce. No existe foto del sargento Bruce, pero es posible se encuentre en esta foto de la guarnición en Ocotal en 1928. Como era sargento, es posible que sea el primero de izquierda a derecha.
La Gigantona y el Enano Cabezón
D. Arroliga.
De niño me daba miedo la Gigantona, por su cara pintarrajeada y sus brazos movíendose de un lado a otro. Hasta ya un poco mayor me percaté que había un hombre adentro del muñecón horrososo.
La Gigantona es la representación burlesca de la mujer española manipulada por el Enano Cabezón que representa al indio minimizado por los conquistadores pero inteligente. Este personaje forma parte del equipo que acompaña a la altiva y bellísima Gigantona. El Enano Cabezón revive al indio, al mestizo subvalorado y sometido frente a la creada e impuesta superioridad del colonizador. La relación del Enano y la Gigantona es un reflejo de la naciente y más tarde encarnizada lucha entre las distintas clases sociales. Mediante las coplas el enanito pone en evidencia su sufrir ante el gran amor que esta bella y hermosa mujer ha despertado en él y que ella no es capaz de corresponder. Por otro lado, el coplero manifiesta a través de sus intervenciones que él mismo recita su mala suerte, más bien su frustración ante el rechazo que recibe de esa blanca, radiante y mujer ideal, de esa diosa inalcanzable. (tomado dehttp://www.manfut.org/leyendas/gigantona.html)
El otro amor de Sandino: Teresa Villatoro
D. Arroliga
Apartando al hombre del mito, Augusto Sandino fue un típico hombre común de su generación, como mis abuelos. Machos, mujeriegos, libre-pensadores, enamorados, arrumadores, caballerosos, infieles, pero al fin, hombres de la generación y contexto histórico en que les tocó vivir. Sandino, fiel a esa tradición, tenía su esposa en Blanca Arauz. Ella representaba la inefable imagen social de la mujer casada, fiel, pudorosa, sumisa, remilgada, ama de casa y religiosa. Teresa Villatoro, su otro amor, quien era una enfermera, hondureña y parte de las huestes de Sandino, era guerrillera, arisca, celosa, brava, indomable, cimarrona, y representaba lo que el hombre de ese tiempo no podía esperar de su esposa. Gregorio Urbano Gilbert, jóven dominicano que luchó como voluntario en el ejército de Sandino, nos cuenta en su libro Junto a Sandino ese romance tórrido pero prohibido. Gilbert fue secretario privado de Sandino hasta 1931. Y como muestra un botón: en la nota de abajo, Sandino con su puño y letra, le manda esa nota a Teresa, diciéndole: 'Señora, Doña Teresa Villatoro. Mi amor: el señor Abraham Rivera va para llevarte donde yo estoy que es en los montesillos de oro'...como quien dice en el cielo, ah? Persuasivo y arrumador el general.
'...y el mismo día de su cumpleaños, justo el 18 del mes de mayo, de madrugada juró serle fiel' Canción 'Allá va el general' de Luis E. Mejía G.
Sandino se enamora de la chelita Blanca Arauz Pineda, telegrafista de San Rafael del Norte, entonces de 19 años y se casa con ella en la iglesia de San Rafael a las 2 de la madrugada del miércoles 18 de mayo de 1927. Sandino cumplía 32 ese día. Dos días después de la boda, Sandino se retiró a la montaña a buscar su destino. Blanca murió de parto en 1933 al dar a luz a su hijita con el general, Blanca Segovia.
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